Garbajosa liga su futuro al Khimki ruso

Jorge Garbajosa ya puede centrarse únicamente en los Juegos Olímpicos de Pekín. Su futuro deportivo, incierto tras su desvinculación de los Raptors, ya está resuelto: jugará en el Khimki, otro de los clubes rusos que pretende hacerse grande en Europa a golpe de talonario. Los rublos pesan lo suyo, así que el ala-pívot de Torrejón de Ardoz (19-12-1977) se decanta por el Khimki -fundado en 1997- pese a su declarado amor por el Unicaja. El pasado lunes, Vyktor Bychkov, director general del equipo moscovita, reconocía el interés por Garbajosa: "Es un gran jugador, pero no me gusta demasiado hablar sobre cosas que aún no son reales. Podría ser un buen refuerzo, pero hay que ser cautos".

Hizo estas declaraciones en Madrid, en el acto de la firma de Carlos Delfino como nuevo jugador de su club. El argentino, una de las estrellas albicelestes en el amistoso disputado el martes ante España, vuela de Toronto a Moscú gracias a 3,5 millones de euros por cada una de las tres próximas temporadas por las que se ha comprometido. Idéntico periplo hace ahora Garbo, compañero de Delfino en los Raptors, donde José Manuel Calderón queda sin dos de sus cómplices dentro y fuera de la cancha. La oferta del Khimki, donde juegan ex madridistas como Lampe, Burke o Moiso, ronda los dos millones de euros por cada una de las dos temporadas por las que se firmará el contrato. Garbajosa quería quedarse en España, concretamente en Málaga, pero el Unicaja (el único equipo realmente interesado en su fichaje) no podía igualar el montante económico ofrecido por los rusos.

El Khimki llevaba tiempo interesado en hacerse con los servicios de Garbajosa. El único hándicap que había impedido cerrar el acuerdo en días pasados es que el club ruso pretendía que un médico de su total confianza viajara a España para realizar un reconocimiento en profundidad a Jorge. Éste se negó, quizá cansado de que su tobillo, lesionado en marzo de 2007 en un partido jugado con los Raptors frente a los Boston Celtics, se haya convertido en motivo de análisis casi eterno. Ahora, ya recuperado, inicia su aventura rusa.