Un "tiburón" engulle al Valencia C.F.

Juan Villalonga Navarro (Madrid, 1953), abogado, "tiburón financiero", y ex presidente de Telefonica, toma el mando del Valencia Club de Fútbol SAD.

Villalonga entra como Consejero Delegado, pero tendrá poder absoluto como gestor de los recursos del Clubpara intentar superar superar la alarmante crisis de un Valencia que amenaza con entrar en causa de disolución y cuya deuda se ha triplicado en cuatro años, hasta 340 millones.

Pretende modernizar la gestión con el modelo inglés estadio-empresa, muy habitual en la Premier League, que se basa en la explotación comercial de la marca y la búsqueda de patrocinadores, sin descartar la ampliación de capital.

Su objetivo es cuadriplicar los 100 millones de facturación y hacer al Valencia campeón de Europa en cinco años.

Villalonga no tendrá un sueldo fijo, sino que cobrará una comisión por cada operación que ejecute. Por ejemplo: se da por hecha la venta del nombre del estadio a una empresa. De lo que pague esa firma, el Consejero Delegado se llevará un pellizco. Cobrará por lo que sea capaz de generar.

Villalonga desestimó la compra de las 71000 acciones que obran en poder de Juan Soler (37% de la Sociedad) por su elevado precio en febrero de este mismo año.

Soler tuvo que avalar varios prestamos en su etapa como Presidente por un valor de 400 millones de euros. Así fue posible concretar el fichaje de Joaquín.

Con el acuerdo de ayer, el empresario madrileño saca una losa a Soler al asumir esos avales. Se compromete además a comprar o buscar comprador para ese ingente paquete accionarial a partir de 2010, una vez que concluya la construcción del nuevo estadio, coste que asume el Club. A cambio, Villalonga tendrá también un porcentaje en la plusvalía de los títulos.

La llegada de este "Tiburón" ha sembrado una gran incertidumbre en la sociedad valenciana por varios motivos.

Primero, por el temor a un "pelotazo" inmobiliario, a una especulación sin más control que el que imponga el propio Villalonga en una entidad que se dispone a vender la parcela del viejo Mestalla para construir el nuevo, así como una ciudad deportiva.

Segundo, por el "tufillo" político que desprende el acuerdo. Villalonga, amigo personal de José María Aznar, implica una fuerte implicación al Partido Popular, mayor incluso que la del propio Juan Soler. En Valencia han corrido ríos de tinta por el terreno que el Ayuntamiento de la ciudad cedió al Club mediante "barata permuta", como denunció la oposición, a lo que hay que añadir una "escandalosa" recalificación del terreno. El regalo del municipio a la familia Solerse tradujo en una parcela junto al nuevo estadio para la construcción de un hotel de lujo de 20 plantas. El Plan General de Ordenación Urbana no permitía cualquier cambio de uso, pero la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá lo modificó, como explicó después, "por el bien de toda la afición valencianista".

Tercero, la desconfianza de un gestor que infló el valor de Telefónica y dejó a su paso maniobras de lucro, como las famosas "Stock options", de las que se beneficiaron el propio Villalonga (más de nueve millones de euros) y los altos cargos de la Compañía. Él se fue a vivir a Londres pero dejó Telefónica sobredimensionada en Bolsa, una situación que creó grandes problemas a los siguientes gestores de la firma.

El Consejero Delegado renovará el Consejo de Administración del Valencia para meter gente de su cuerda. Entre los elegidos, José María Mas Millet, ex Secretario General de Telefónica, que se embolsó casi 6 millones de euros con los "stock options" en el año 2000, y José Miguel Wollstein, topo de Villalonga en el Club y ex alto cargo de Telefónica Media que será el Director General. El último en entrar será Arturo Baldasano, Presidente de Terra en la etapa de Villalonga en Telefónica.