Ronaldinho se va al Milan
El jugador que cambió el rumbo deprimido del Barcelona con su fichaje mediático en 2003, tras la llegada al poder de Joan Laporta, se convertirá hoy en jugador del Milán por las tres próximas temporadas. El Barça contó con la colaboración inestimable del Manchester City, que ayer subió su oferta a 32 millones de euros, que utilizó como medida de presión para que los italianos, que partían de 15 millones más cinco sujetos a variables, pusieran más dinero sobre la mesa. Las prisas del vicepresidente, Adriano Galliani, deseoso de poder presentar hoy a Ronaldinho en la vuelta del equipo a la actividad, hicieron el resto. El acuerdo se cerró anoche, a las once, por 21 millones de euros más cuatro que dependerán de que el Milán se clasifique para sendas próximas ediciones de la Champions League, algo que no consiguió la pasada campaña.
Adonde quería. Un día después del regreso de Ronaldinho desde Brasil, tras un sin número de reuniones a varias bandas, todos a excepción del City quedaron satisfechos. Laporta consiguió colocar al jugador a un precio sensiblemente inferior a lo imaginable hace apenas un año, pero en una cifra ajustada a sus expectativas. Ronaldinho se va al equipo donde quería seguir su carrera. Y el Milán tendrá hoy y mañana las portadas de los diarios, para desespero de José Mourinho, que también arranca al mando del rival ciudadano, el Inter. Para acabar de desatascar la situación, el hermano y agente del jugador, Roberto de Assis, renunció al porcentaje del traspaso. Ronaldinho cobrará 6,5 millones de euros netos por cada uno de los tres años en San Siro. Esta mañana (11:00) volará hacia Milán, donde a las 14:30 conocerá a sus nuevos compañeros en Milanello y empezará a sudar.
Cena con marisco y llamada a Berlusconi
Los emisarios del Milán, el vicepresidente Adriano Galliani y el intermediario Ernesto Bronzetti, no se quejarán de lo bien que comieron durante su estancia en Barcelona. El almuerzo tuvo lugar en el restaurante Via Veneto, de cocina muy elaborada, y la cena, una vez alcanzado el acuerdo para el traspaso de Ronaldinho, se celebró en Botafumeiro, un templo del buen marisco. Antes de sentarse a la mesa junto a representantes de las otras dos partes (el hermano y agente del jugador y quienes negociaron por el Barça), Galliani llamó por teléfono al presidente del Milán y primer ministro italiano. ?Está hecho, Silvio?, le anunció.
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