A por ellos ¡¡¡¡¡
Viena respira final por todos los lados. Ayer, la capital austriaca amaneció con sus farolas engalanadas de manera alterna con los colores de la selección española y los de la Maanschaft germana. El rojo y amarillo ya compite por las calles con el blanco y negro de Alemania. Los seguidores españoles iniciaron ayer una invasión progresiva que irá en aumento durante el día de hoy. Los aeropuertos de Viena, Bratislava, Múnich, Brno y hasta Milán han sido los elegidos como punto de llegada. Los más de 860 kilómetros que distan de Milán a Viena no asustaron a muchos españoles ansiosos por estar presentes en un partido histórico para nuestra selección.
La afición española, como ya pasó ante Italia el pasado domingo, tendrá que hacer frente a una batalla en inferioridad. Los alemanes tomarán la capital de Austria dispuestos a ver a su equipo volver a ganar un torneo, algo que no ocurre desde 1996. Pero ante los italianos, la marea roja ya demostró que no teme a la inferioridad y animó más y mejor que los italianos. A la Federación Española han ido a parar algo más de 6.000 localidades, pero habrá más españoles que buscarán mil triquiñuelas para hacerse con una entrada que antes de empezar la final ya es pieza de museo.
La marea roja llega de todas partes, de todas las comunidades (llama la atención la nutrida presencia de seguidores canarios), emigrantes españoles en Alemania, Suiza, Italia... y hasta un español que de niño se fue a Venezuela y que, junto a su hijo, se plantó en Viena desde Caracas el pasado jueves para ver la semifinal y la final. Mientras, los almacenes de Adidas se han quedado vacíos. No queda una sola camiseta de España que se pueda vender. Nada tienen que ver ya las cifras de ventas con el pasado Mundial. En caso de que España sea campeona hoy, Adidas lanzará una nueva oleada de camisetas (10.000) que estará en las tiendas el martes. El miércoles estaría lista una remesa similar.
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